Un equipo de investigadores de distintas universidades dirigido por Luis Fatás, arqueólogo del Gobierno de Aragón, y Samuel Sardá, de la Universidad Rovira y Virgili de Tarragona, han excavado durante el pasado mes de Agosto un gran túmulo funerario situado al suroeste del yacimiento ibérico de El Cascarujo de Alcañiz. En las inmediaciones de este importante yacimiento se han documentado la existencia de cerca de 80 túmulos agrupados en distintas zonas, una de las cuales con 28 túmulos, fue objeto de limpieza, consolidación y puesta en valor hace unos años por el Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón.
El Cascarujo de Alcañiz, cuya necrópolis está incluida en la Ruta Iberos en el Bajo Aragón, es un antiguo poblado ibérico que fue objeto de excavaciones parciales en los años 30 del siglo pasado a cargo del arqueólogo francés A. Bruhl, discípulo de P. Paris, quien se limitó a descubrir la planta del yacimiento y a excavar uno de los túmulos que permanecía intacto en sus inmediaciones. La excavación de 2010 realizada en este yacimiento se enmarca dentro de un proyecto de investigación financiado por el Departamento de Educación, Cultura y Deporte acerca de los inicios del mundo ibérico y los ritos funerarios. Como ha explicado el Director General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón, Jaime Vicente: “es una necrópolis muy importante dentro de la cultura ibérica aragonesa, pero de la que no se habían realizado excavaciones desde los años treinta. El Departamento de Educación, Cultura y Deporte consideró interesante retomar estas investigaciones para comprobar la información de los antiguos trabajos, cuando la metodología de estudio era diferente, y avanzar en el conocimiento de un aspecto tan importante como son los recintos funerarios de época ibérica”.
La excavación de este gran túmulo ha sacado a la luz una cámara funeraria o cista de más de dos metros de largo por uno de ancho. En su interior se ha encontrado una urna de cerámica a mano con los restos incinerados del difunto y se ha podido documentar el proceso de construcción de este tipo de estructuras funerarias. Los datos que aporta la excavación del túmulo parecen situar la fecha de construcción y utilización de la necrópolis de El Cascarujo hacia los siglos VI- V antes de Cristo, con un largo periodo de utilización. También se han obtenido muestras de semillas y de cerámicas que permitirán avanzar un poco más en el conocimiento de los rituales funerarios de esta época.
Una vez finalizada la excavación está previsto acometer los trabajos de consolidación de la estructura exhumada con la finalizad de garantizar su conservación a la intemperie.