El pasado viernes 27 de julio, el Boletín Oficial de Aragón (BOA) publicó la Resolución del director general de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón, Ignacio Escuín, “por la que se inicia el expediente para la declaración del yacimiento arqueológico denominado El Palao, sito en Alcañiz (Teruel), como Bien de Interés Cultural, en la categoría de Conjunto de Interés Cultural, Zona Arqueológica, y se abre un período de información pública por el plazo de un mes”. La incoación de este expediente “conlleva la aplicación inmediata y provisional del régimen de protección establecido para los Bienes de Interés Cultural del Patrimonio Cultural Aragonés” y “la suspensión de las licencias municipales relativas a todo tipo de obras o actividades en la zona afectada”.
Situado en un cerro amesetado a 5 km al suroeste de la ciudad de Alcañiz, ‘El Palao’ ha sido objeto de diversas campañas de excavación desde comienzos del siglo XX que han revelado su indudable importancia arqueológica e histórica; las más recientes las han llevado a cabo el Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón (http://www.iberosenaragon.net ), el Ayuntamiento de Alcañiz e Instituto Aragonés de Empleo –conjuntamente, mediante programas de Escuelas-Taller y Talleres de Empleo-, el Taller de Arqueología de Alcañiz –entidad cultural alcañizana sin ánimo de lucro-, las Universidades de Zaragoza y Burdeos, la Casa de Velázquez de Madrid y el CNRS de Toulouse, todas ellas bajo la supervisión y control de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón y la colaboración y trabajo de otras instituciones, entidades y personas. Entre los arqueólogos que han dirigido, supervisado y trabajado en las excavaciones de los últimos 15 años figuran investigadores como José Antonio Benavente –actual gerente del Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón-, Francisco Marco, Pierre Moret, Luis Fatás, Salvador Melguizo, Eduardo Díez de Pinos, Silvia Alfayé, Santiago Martínez, Raúl López o Alexis Gorgues, entre otros.
El anexo descriptivo que acompaña a la Resolución del ejecutivo aragonés publicada el pasado viernes define ‘El Palao’ como “la aglomeración más importante de la parte central del Bajo Aragón, entre los valles del Martín, el Guadalope y el Matarraña”, y especifica que, salvo el Cabezo de Alcalá de Azaila, “ningún otro yacimiento ibero-romano del Bajo Aragón dispone de tales medios, tanto desde el punto de vista de la implantación, como de las comunicaciones y el control del territorio”. Con los resultados de las sucesivas prospecciones y análisis arqueológicos, el informe relativo al inicio de expediente BIC explica que la ocupación humana del yacimiento “comienza en un momento indeterminado de los siglos VII-VI a.C. y se prolonga hasta los finales del siglo I o comienzos del II d.C.”; además, tras su abandono, fue utilizado esporádicamente como lugar de enterramiento al menos hasta época bajo imperial romana (siglo IV d.C). Desde 2007, ‘El Palao’ forma parte de los yacimientos incluidos en la Ruta Iberos en el Bajo Aragón, creada por el citado Consorcio para proteger, conservar y poner en valor una parte singular de nuestro patrimonio histórico y cultural.